Que los influencers son los nuevos líderes de opinión, las nuevas celebrities, los nuevos reyes del Marketing… no es nada nuevo!
Solo en el 2017, la búsqueda de la palabra influencer creció un 325%, en España, existe un Máster de Social Media Influencer y la revista Forbes afirmó que es el tipo de marketing que más va a proliferar este 2018.
Durante muchos años, los expertos en marketing han utilizado los canales de social media para “caer bien” a los usuarios, aumentar la visibilidad de las marcas y desarrollar un servicio de atención al cliente multicanal.
El social commerce lo que permite es aprovechar las redes sociales para vender directamente a los usuarios, y para ello el papel de los influencers y sus recomendaciones es cada vez más imprescindible.
Dicho esto, lo que vamos a tratar en este post, es ¿cómo las empresas recurren a los influencers y como ell@s pueden ayudarlas para crear “branding” y posicionarse como marca?
Primero de todo, hay que tener claro que no todos los influencers valen para todo, por eso, es importante tener claro qué buscamos y cuánto queremos gastarnos antes de elegir el influencer para tu marca.
¿Macro, micro o nano influencer?
Los macroinfluencers son aquellos que cuentan con miles de seguidores (más de 100k) y miles de “likes” en sus perfiles de social media. Aportan muchísima visibilidad generando mucho tráfico a web y conversión a ventas, por eso sus precios son muy elevados. El trato con ellos siempre es a través de un agente o representante.
Para haceros una idea, la publicación de un post en Instagram puede rondar los 500 - 2000€
Los microinfluencers tienen un número de seguidores menor que los macro (entre 10k y 100k) pero también elevado por eso también ofrecen un buen retorno de la inversión. Según el número de seguidores suelen tener agente o representante aunque el presupuesto es menor que los anteriores.
Los usuarios se identifican más con ellos, pueden resultar más creíbles.
La publicación de un post en Instagram puede rondar los 100 - 300€
Los nanoinfluencers, suelen tener menos de 10k de seguidores, están menos explotados publicitariamente y aunque los resultados no son tan altos como los anteriores, traen a su favor una transacción menos comercial, el contacto es directo con el influencer, lo cual abarata el precio y tiene más gancho para su público porque resultan más cercanos.
La publicación de un post en Instagram puede rondar los 30-100€
Analiza bien su perfil
Una vez tengas claro el presupuesto y por tanto el tipo de influencer con el que quieras colaborar, es necesario analizar bien sus perfiles para identificar aquellos que por sus valores, estilo y tono vayan alineados con el producto o la marca que van a “representar”.
Si es un producto para niños o bebés, es más lógico que contactes con influencers que sean madres, si por el contrario, es un producto para gente más joven, acota más en la búsqueda, filtrando por edad.
Mide los resultados
Durante la campaña es importante medir las acciones, trackeando las url’s o si, por ejemplo, regalas descuentos entre los seguidores de las influencers, que cada un@ tenga su código para medir el impacto que tiene cada uno y cómo mejoran el performance.
Si no tienes tiempo de buscar o contactar uno por uno, en el caso de nanoinfluencers, para presentarles tu propuesta, acude a un especialista para que te ayuden a localizar los perfiles que estás buscando. Tendrás que pagar un poco más pero te ahorrarás muchas gestiones.
