No han pasado ni 48 horas desde que Facebook lanzó su nuevo bombazo: Sponsored Stories. El concepto de este nueva herramienta publicitaria es muy sencillo: saben que nos fiamos poco de las marcas y que, desde hace tiempo, la opinión de nuestros amigos o de personas afines en Internet se han convertido en nuestro nuevo baremo a la hora de decidir qué comprar, a dónde viajar o un restaurante para comer. Y aquí es donde entra Facebook:
Sponsored Stories, o Historias Patrocinadas en español, servirá para promocionar marcas, productos o lugares de una manera completamente novedosa. Hasta ahora, cada vez que nos uníamos a una página o grupo, o una marca subía un vídeo, un comentario o una actualización, esa información agredía nuestro timeline, llenándolo, en muchas ocasiones, de información de escaso valor que saltábamos habitualmente sin miramientos.
Ahora, la experiencia cambia por completo. Toda la información que recorre nuestros muros se convierte en una mina de oro para las marcas. Os explico cómo: Si una marca decide empezar a trabajar con Sponsored Stories (herramienta de pago, por supuesto), se le ofrecerán cuatro modalidades de interacción con el usuario: a través de "me gusta", mediante check-in en Places, si interactúa con la aplicación o si publica algo en el muro de la página. A partir de ese momento, si nosotros, por ejemplo, hacemos check-in en el local de la marca, en el lateral derecho de la ventana de Facebook de nuestros contactos (donde ahora encontramos los enlaces patrocinados), aparecerá lo siguiente:
Con esta novedad, las marcas consiguen ya no sólo más visibilidad, sino atraer a un público que, per se, no se acercaría a ella. Facebook defiende que esto no es publicidad, sino una mera recomendación de tus amigos, una inocua sugerencia... aquí entra la valoración subjetiva de hasta qué punto es información neutra que nuestros contactos nos proporcionan, o si, al ser una herramienta que la marca está pagando, no es una forma de utilizarnos como usuarios-cartel. Ahí os lo dejo para que nos digáis qué pensáis...