Imaginémonos a nosotros mismos comprando desde un dispositivo móvil, pero en contextos distintos:
- Situación imaginaria 1: estás en el autobús, en el trayecto de tu casa a la oficina (o viceversa), un lluvioso día cualquiera de la semana, optimizando como puedes ese rato con tu smartphone. → :/
- Situación imaginaria 2: estás en el sofá de tu casa, una tarde de invierno de domingo, en la que pongamos que también llueve, acurrucadito/a con tu manta, con la inestimable compañía de tu iPad o tablet. → ^.^
¿Qué tipo de producto os imagináis comprando en cada caso?
Podemos suponer que un hecho como la compra a través de dispositivo móvil puede cambiar bastante modificando tan solo el contexto en el que se hace esa compra. Podría cambiar el tipo de producto/servicio que compramos, o no; pero desde luego, hay algo que sin duda es distinto: las emociones y el estado de ánimo del comprador por la simple influencia del entorno en el que se encuentra.
En esa misma línea, se empieza a oír ya por estos lares el concepto de “couch commerce”: la compra online desde un tablet y desde la comodidad de un sofá. ¿Y desde la cama o desde la terraza no vale? Sí, también vale; entendemos “couch” como el elemento de todo nuestro mobiliario que mejor representa la comodidad y que a la vez puede llevar a menos equívocos (“bed commerce” no suena igual de bien...). Es precisamente el factor mobiliario lo que principalmente define el concepto de “couch commerce”, puesto que la única diferencia de esta nueva tendencia respecto a cualquier otro tipo de compra online es el contexto desde el que se consume: el concepto excluye cualquier compra desde el ordenador de tu despacho, y cualquier compra desde el móvil durante tu trayecto diario a casa.
Se trata de un concepto sobre el que este verano empezó a leerse en medios norteamericanos, y que durante las últimas semanas ha estado haciéndose hueco en España.
En el caso de Estados Unidos, era a medidados de Agosto cuando Monetate publicaba una infografía sobre cómo el uso de las tablets está cambiando las ventas online.
¿A destacar de esta infografía?
- La estimación de que se venderán un total de 119 millones de tablets a nivel mundial durante 2012, ¡el 70% de los cuales serán iPads! Parece clara la influencia de Apple en el auge de las tablets.
- La migración de los compradores online: de los ordenadores a los dispositovos móviles (destacando especialmente el crecimiento relativo a tablets). Parece evidente que, ante el aumento en la utilización de los tablets, el consumo online a través de estos dispositivos crezca también, es lógico que el crecimiento de uno y de otro vayan de la mano.
- La importancia de la forma de pago en función del dispositivo desde el que se realiza la compra. Levantarte del sofá en busca de tu tarjeta de débito acaba con la filosofía de comodidad que asociamos al couch commerce. La conversión a compra será mayor cuanto más fácil lo tenga el comprador, es evidente, ¿no? Es comprensible, entonces, la gran importancia que adquiere PayPal en esta tendencia.
- La evidencia numérica de que el uso de los tablets está estrictamente vinculado con la comodidad de tu hogar. Un 96% de los compradores usan sus tablets desde el sofá, y un 94% lo usa también desde su cama.
En el caso español, ya podemos empezar a hablar de esta tendencia del “couch commerce” ahora que la penetración del tablet se sitúa en el 21% de los españoles; una cifra que no está nada mal teniendo en cuenta que hace tan solo un año se situaba en el 8% según el “IV Estudio Anual IAB Spain Mobile Marketing” de septiembre 2012.
¿Para qué usa ese 21% de españoles su tablet? Según el mismo estudio, la actividad menos recurrente es precisamente la compra online: un 8% compra online a diario, un 14% lo hace semanalmente y un 17% lo hace al menos una vez al mes.
¿Y en qué contexto se hacen esas compras? Desde casa. Ya sabéis, el sofá.
Basándonos en que el contexto de uso de los tablets mientras se compra es indiscutiblemente el hogar, y pensando en factores asociados a él como la comodidad y la tranquilidad con la que pueden hacerse esas compras, ¿podemos intuir que el auge de compras a través de tablets influirá en el tipo de productos que se consume online?
En 2011, el consumo online predominante se encontraba en viajes y transportes, en espectáculos, y en moda.
En este nuevo contexto que representa el auge del couch commerce en el que compramos tan a gustito, ¿empezará a ganar terreno un tipo de compra online más emocional asociada a momentos de relax? ¿Nos encontraremos de repente analizando un boom de compra online de flores? ¿O de elementos de decoración? ¿O de productos para el cuidado de la imagen personal? En definitiva, ¿de objetos dignos de encontrarse en Pinterest?
¿O por el contrario vamos a seguir comprando lo mismo que hasta ahora, con la única diferencia de que lo haremos con más tranquilidad?
Volvamos al inicio de este post: ¿han sido muy distintas vuestras compras imaginarias en cada una de las situaciones planteadas?