Según la prestigiosa revista Time, el consumo compartido o colaborativo fue una de las tendencias más importantes durante el año 2011, y una de las de mayor previsión a cambiar la realidad del mundo actual. Han pasado ya dos años, y la gran cantidad de empresas basadas en la colaboración ciudadana y el concepto eco-friendly que han surgido debería bastar para darnos cuenta de que esta publicación no andaba muy equivocada.
La colaboración, a menor o mayor escala, ha existido siempre. Sin embargo ha sido la revolución digital, de la que tantas veces hemos hablado (a veces de más), sumada a la adquisición de esta nueva conciencia ambiental, dos de las principales razones que han puesto a nuestro alcance la posibilidad de disfrutar de plataformas en las que ya no es importante poseer, sino acceder.
Para muchos el concepto está ya integrado en nuestras diferentes rutinas y, seguramente, no somos conscientes del grado tan alto de utilización que tenemos de ellas. Quizás no lo sepáis, pero ya sois usuarios activos en esto de la economía compartida.
¿Utilizáis plataformas de música como Spotify o GrooveShark? ¿Algún servicio público de bicis como el Bicing en Barcelona o Sevici en Sevilla? ¿Habéis viajado alguna vez compartiendo vehículo con personas a las que has contactado por Internet?
Couchsurfing, Airbnb... incluso ahora la economía compartida ha llegado al mar, dándonos la posibilidad de disfrutar de diferentes barcos en la costa Mediterránea gracias a Boatius.
De hecho, si sois de los que compartís la clave de vuestra wifi y el gasto de conexión de Internet, sois ya unos heavy users de este nueva tendencia. El intercambio de libros, de ropa usada e incluso de ropa de marca.. ¡Existen muchísimas formas de consumo colaborativo!
Lo cierto es que el consumo compartido ya no es tendencia: está afianzándose a una velocidad vertiginosa en nuestras vidas, es práctico, es verde, es social.
¿Alguien de verdad sigue creyendo que las distintas plataformas y redes sociales siguen llevando a la incomunicación? La involucración de este tipo de tecnología en esta modalidad de negocio nos vuelve a demostrar que no, que el camino es una globalización, una unificación de pensamiento derivado en una acción coordinada y colaborativa.
Is this real world? I hope so!