Nosotros somos una agencia orientada a performance (a resultados) y como no podría ser de otra manera, los contenidos que generamos para nuestros clientes siempre están orientados en ayudarlos a vender más. En este post hablaremos de una de las piezas centrales de las estrategias de marketing de la mayoría de marcas que triunfan a día de hoy (si lo hacen bien, claro)... es el marketing de contenidos y concretamente el performance content.
El contenido atractivo crea una experiencia memorable con la audiencia generando relaciones entre las marcas y las personas que actúan con dichos contenidos. Es decir, si una marca te aporta valor a la hora de crear contenido interesante para ti... de una manera u otra la lealtad hacia esa marca/ la percepción que tengas hacia ella será mejor que de otras.
Desarrollar contenido es crítico para atraer a los consumidores, pero solo entrega un retorno de la inversión si es relevante para el público. Una marca que se preocupa en generar contenidos orientados especialmente a los intereses de la audiencia, a temas de actualidad, inquietudes, etc... tendrá una tasa de respuesta mejor. Hay que tener en cuenta, que no es nada fácil... a día de hoy existen múltiples canales con los que las marcas pueden comunicarse con la audiencia y el exceso de información o impactar con contenidos que no aportan valor, puede generar rechazo.
El contenido es el mayor aporte de valor diferencial que una marca puede ofrecer a sus clientes. En eso estamos prácticamente todos de acuerdo. No obstante, para algunas marcas, el contenido de valor es un quiero y no puedo en lo que a resultados y estrategia se refiere. Muchas veces un contenido de calidad -por muy bueno que sea- no necesariamente implica el éxito de una campaña, a final de cuentas (no es magia). Es más, algún que otro experto en ventas asegura que los contenidos de sus campañas rara vez cuentan con un enfoque estratégico y cohesivo en sí, sin enfocarse directamente con unos resultados previos a las mismas.
No obstante, como cada problema tiene una solución, éste también ha encontrado la suya: el performance content.
¿Qué es el performance content?
Hablar de performance content es hacer referencia al proceso de creación y optimización de contenido de valor, alineándolo con los objetivos de ROI de las empresas. Y, por muy raro que pueda parecer, sí, se puede.
Los contenidos también pueden segmentarse y optimizarse, por más desalentadora que pueda parecer su tarea. De hecho, las capacidades actuales de análisis predictivos, ya sea a través de datos históricos o de información en tiempo real, permiten a los especialistas en marketing digital eliminar la problemática de la conjetura de contenidos. En resumen, los datos acumulados en las empresas son clave a la hora de generar contenidos de calidad de las campañas que, -más tarde- saldrán a la luz, ya que deben formar parte -en todo momento- del ROI de la empresa, no únicamente al final, haciendo partícipes a los datos estratégicos y de ROI desde la puesta en marcha inicial de la misma, hasta su desarrollo y publicación final, orientándola (por decirlo de alguna manera) como un objetivo más de venta.
Siguiendo una metodología de trabajo, los Social Media Strategists de las empresas podrán determinar (casi a ciencia cierta) qué contenido tendrá mejor rendimiento y cuál será el canal de comunicación que mejor encaje de acuerdo a un público determinado y a una segmentación definida.
Saber si un contenido es más adecuado para una campaña de Facebook Ads que para un emaling o un artículo en un medio editorial es importante, además de un considerable ahorro de tiempo y dinero al evitar colocar contenidos en canales equivocados. Por ejemplo, imaginémonos tener un contenido con un alto valor dirigido a un público muy determinado, como CEOs de startups, por ejemplo. Si elegimos mal el canal, distribuyendo ese contenido en medios que no tocan ni de lejos a este público, de nada habrá servido todo nuestro esfuerzo, tiempo y dinero, por muy bueno que sea el contenido con el que contamos. He ahí la importancia de la correcta selección del canal. La situación ideal parte de la base de analizar previamente el objetivo que queremos alcanzar, atendiendo a la estrategia de la empresa, y posteriormente a este, crear el contenido relevante otorgándole un seguimiento previo, posterior y corresponsal en toda la campaña.
Pero, ¡es más!, el performance content no solamente servirá para la sección del canal, sino también para alargar la vida útil de ese contenido. Es decir, un contenido creado atendiendo a unos objetivos, con unas finalidades y unos enfoques estratégicos, que, obviamente, también tiene muy bien canalizado el canal al que va dirigido y el público al que quedará expuesto, podrá de igual manera medir (y, por consecuencia, alargar) su vida en el tiempo. Y, es que, algo que está funcionando especialmente bien en un canal, puede atraer a más consumidores de otros canales, por ejemplo.
En resumen, el performance content consiste en encender el piloto de rendimiento en la mente de los marketers de contenidos, analizando los mismos de manera más integral, alcanzando a las audiencias correctas en el momento oportuno, de manera relevante, impulsado siempre por el ROI y de forma medible para los clientes. Ofrecer a los consumidores de las marcas experiencias integradas y optimizadas, de principio a fin, en todos los medios y bajo todos los soportes posibles, ya sean en el sitio web de la marca, en las redes sociales, en artículos pagados o en cualquier otro medio seleccionado, es lo que realmente marcará el antes y el después del éxito de una campaña.