Este es el principio que explica el enorme éxito y crecimiento que han tenido Twitter y Facebook, al permitir a los seres humanos de todo el mundo comunicarnos con aquellas personas que nos son más afines en términos familiares, universitarios, literarios, cinematográficos, musicales, religiosos, políticos…
Y si este algoritmo es importante en algún sitio es en Google, el sitio de búsquedas por excelencia en la red. Por eso cuando ha puesto en marcha Google +, todas las demás redes sociales se han puesto a la expectativa. Y no es en vano. Tampoco es la primera vez que Google lo intenta; el Buzz o el Wave fueron intentos de posicionarse en el mundo de las relaciones sociales en internet, que no tuvieron el éxito esperado, y ahora lo intenta con Google +.
Si lo analizamos detenidamente podemos ver algunas cosas que lo hacen diferente y a la vez igual:
Es la aplicación exacta del algoritmo matemático que comentábamos al principio. Por lo tanto tiene todo lo que hace falta para triunfar. Por el momento, los datos de participación en Google + son importantes, un 60% de las personas activas en Twitter están en Google+, pero en cambio, tan solo un 35% introduce contenidos. Pareciera que los heavy users de las redes están a la expectativa de qué hacen los cinco vecinos más próximos para acabar de decidirse.
En cualquier caso, las redes sociales están aquí y han venido para quedarse, y una empresa como Google no se puede quedar fuera de este espacio fundamental de intercambio y de negocio. Si no es con Google + será con otro modelo, de nueva construcción o de compra.
Es la política del gigante de la red.