Queda algo más de un mes para la celebración del segundo cumpleaños del famoso Like Button de Facebook (el buque insignia de su conjunto de plug-ins sociales). Este preciado potenciador de visibilidad y medidor de interés se ha vuelto casi un estándar en la web (ni siquiera es necesario tener un perfil o estar logueado para poder utilizarlo).
Presentado en sociedad en el evento #f8 de 2010 fue uno de los pilares básicos del Open Graph (hasta la llegada del nuevo Open Graph, precisamente en el #f8 del pasado año) y sigue informando de manera sencilla, rápida y clara sobre la popularidad de un contenido asociado a una URL en particular sin importar el formato o naturaleza del mismo. Ha evolucionado durante este tiempo llegando a absorver el Share Button (que ya no se utiliza como tal y Facebook ha dejado de dar soporte) provocando que cada click que hacemos en un Like despliegue un diálogo para poder compartir el enlace en nuestro muro si así lo deseamos. Además, con la inclusión de los metadatos "og" del nuevo Open Graph podemos aportar mucha información adicional. Si el Like se hace directamente en una fanpage dentro de la plataforma nos suscribiremos automáticamente a todas sus actualizaciones, ya que aparecerán regularmente en nuestro newsfeed.
Se ha extendido tanto por la web que se calcula que un 80% de las "100 top U.S Websites" lo han implementado. Tan solo un mes después de su lanzamiento se integró en 100.000 webs. Y también se dice que más de 10.000 de estos botones se colocan cada día, y si contamos con que actualmente casi cada post de todo blog viviente que existe lleva asociado uno, esta cantidad no resulta tan disparatada. Como consecuencia colateral, el botón Like puede provocar ese ansiado feedback por parte de los usuarios sobre el contenido que se ha publicado y atraer más tráfico orgánico (segmentado con bisturí) a sus sitios. Es un invento con una mecánica muy simple, con un algoritmo que funciona bien en general y que no tendría sentido sin la popularización de la plataforma. Bing ya da importancia a los Likes en sus procesos de búsqueda (al igual que Google lo hace con su botón +1) provocando que los resultados con más clicks en este plug-in sean más relevantes para la web en general (no solo dentro de Facebook). Ha sufrido ciertos problemas legales en materia de privacidad (también resulta un instrumento muy potente para el seguimiento de la actividad de los usuarios en internet) y curiosamente, hasta se ha prohibido su uso en alguna ocasión. Es más, se ha vuelto tan importante que lo podemos encontrar hasta en medios offline (Facebook anima a que se utilice fuera del mundo digital).
En estos dos párrafos he intentado resumir su utilizad e importancia. De todo esto se puede extraer, como conclusión inmediata y evidente, que cuantos más Likes tenga tu "lo que sea" más popular y relevante resulta ser.
¿Y qué pasa si quiero tener muchos Likes pero mi contenido no es muy bueno?
Pues estás de suerte, porque ha aparecido una web llamada LikeFake que bajo el lema "una simple herramienta que transforma a cualquier persona normal en una superstar" puedes hacer creer que tu Like Button ha sido todo un éxito de clicks consiguiendo que la gente que lo vea de por hecho que el contenido es espectacular. Solo tienes que decirle cuántos Likes quieres que tenga el contador asociado al botón (ellos recomiendan poner "hundred million billion likes") y pegar el código generado en el lugar que quieras de tu sitio. El botón es totalmente real, su funcionalidad no cambia. Por supuesto, lo que es más falso que un euro con la cara de Popeye es dicho contador. La técnica que utilizan es una combinación de CSS y JavaScript para "tapar" el contador original y superponer el falso. Lo cual además es ilegal según los términos de uso del propio Facebook. Así que es posible que tomen acciones legales.
No se puede tomar LikeFake en serio y darle importancia más allá de lo curioso de la propuesta. Pero sí que hace plantearnos la relevancia que ha alcanzado el número de clicks que este pequeño botón alberga y la carrera por conseguir más y más. Pocas veces se contempla la posibilidad de publicar contenido sin adjuntarlo a un mecanismo de difusión social cuyo alcance es exponencial respecto al número de veces que se ha compartido. Estoy seguro de que este pequeño y útil intruso seguirá evolucionando su lógica sin modificar un ápice su usabilidad ya que en su simpleza reside su éxito.