Una de las cosas que da más juego da a día de hoy en el mundo 2.0 son los mashups. Por si hay algún despistado que todavía no tiene muy claro qué son, digamos que un mashup es una web o aplicación que surge de la mezcla de otras dos (o más) y que da como resultado un servicio o utilidad completamente novedoso. Para que os quede más claro, ahí va un ejemplo: Foursquare.
Día a día surgen infinidad de mashups nuevas que nos ofrecen todo tipo de ideas y opciones para el entretenimiento. Pero no todo va a ser jugar: Ayer, The Huffington Post (periódico que os sonará tras haber sido adquirido por AOL por una cifra desorbitada de $) se hacía eco de una aplicación surgida a partir de Twitter y Google Maps, alojada en MiBazaar.com, llamada Middle East Protests.
Son este tipo de mashups, surgidas de la necesidad, en este caso, de información, las que me hacen reafirmarme en las bondades de Internet. La información viaja con total libertad, lejos del yugo de los medios de comunicación convencionales, de las dictaduras opresoras y de los apagones informativos, llegando a nuestras pantallas. A partir de aquí, nuestro deber moral debería de ser el de no dejar que frene.