Y la última, vía Mashable, es que Facebook puede crear trastornos de comportamiento y sociabilidad entre los más jóvenes. ¿Verdad o leyenda urbana?
Que las redes sociales han cambiado nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos, ya no solo con nuestro entorno más cercano, sino con el resto del mundo, es un hecho. Nadie discute que vivimos en la era de la información, en la que constantemente se nos están pidiendo TODOS nuestros datos, desde dónde cursamos la secundaria a cuándo llegará el niño que estamos esperando. El problema llega, en este caso, cuando no tenemos claro qué tipo de información compartir, con quién compartirla, hasta qué punto es conveniente que nuestras intimidades circulen por la red a merced de cualquiera o cuándo decir "para" y socializar como hacíamos antaño. Y este es el punto en el que incide el estudio que analiza Mashable.
Según este estudio de la California State University (siempre me he preguntado quién sufraga este tipo de análisis): el uso y abuso de las redes sociales por parte de adolescentes puede llegar a provocar ciertos comportamientos negativos que no se producen en el caso de adolescentes normales (los hay?). El abuso de las redes sociales puede llegar a provocar el desarrollo de conductas narcisistas y antisociales, cierta tendencia maníaco-agresiva, un descenso en su índice de asistencia a clase, pérdida de velocidad lectora y capacidad de retención e incluso síntomas físicos como dolor estomacal, trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Todo ello se traduce, por lo tanto, en un empeoramiento paulatino de sus calificaciones académicas.
Si bien es cierto que últimamente se está haciendo mucho hincapié en la idea de que Internet y el mundo multitasking nos produce cierta incapacidad para retener contenidos o prestar atención a la misma tarea durante un período prolongado de tiempo (gracias, pestañas múltiples de los navegadores!), también coincidiréis conmigo en que el narcisismo, las tendencias antisociales o depresivas y la caída de la asistencia a clase y por lo tanto, de las calificaciones académicas, son, simplemente, un síntoma de adolescencia per se.
Pero no todo van a ser cosas negativas! Un punto en el que enfatiza este estudio es que las redes sociales, al conectarnos con nuestros amigos de forma constante, nos han vuelto más empáticos. En concreto, habla de una empatía virtual que nos permite, por lo general, sentir como propio lo que les sucede a nuestros allegados, sin la necesidad (hasta ahora obligatoria) de tenerlos cerca para poder observar sus acciones y reaccionar a ellas. Y eso, bajo mi punto de vista, es positivo. Porque sí, puede que las redes sociales se coman gran parte de nuestro tiempo, puede que nos hayan vuelto más cotillas y más vulnerables, pero también es cierto que con una buena dosis de sentido común y unas cuantas pautas de privacidad, las redes sociales son una herramienta indispensable para estar en contacto con gente que nos importa, para mantenernos informados de lo que nos rodea e incluso, para hacer negocios, encontrar pareja o pasar un buen rato.
Y es que Internet is -not only- for porn.
Imagen | BoomerangBooks