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Internet y las nuevas formas de participación política

Escrito por Marta Hita | 5 de marzo de 2012 8:55:32 Z

Existen numerosas formas de participación política. La más estandarizada es el voto. A otros os vendrán a la mente alternativas de acción colectiva como las manifestaciones, o de asociacionismo como los partidos políticos y los sindicatos. Pero las vías no se agotan ahí, y mucho menos en el entorno digital, que ha contribuido a generar nuevas formas de participación en asuntos públicos.

Hace unos años pude estudiar la participación política de personas socializadas políticamente durante la dictadura y compararla a la de quienes lo hicimos en democracia. A la categórica “los jóvenes de hoy no tenéis valores, ni principios, no lucháis, ni os implicáis”, la respuesta es clara: lo hacemos de otra forma. En la generación de nuestros padres hay una mayor aceptación y uso del voto como herramienta para expresarse e intervenir. Nosotros somos más abstencionistas, pero más propensos a participar en manifestaciones, por ejemplo.

Así que cuando uno piensa en ese correo electrónico que todos hemos recibido para solicitar que nadie consuma un producto cuyo código de barras es de aquí o de allá, o lo fácil que es suscribir y distribuir una petición de Actuable, percibe que el espíritu de participar sigue y seguirá.

Sabemos además que Internet ha contribuido a que un mensaje individual lanzado desde una plataforma modesta pueda impactar de forma masiva. Pero, ¿son más efectivas estas formas de participación? Por el momento parece que no:

  • En online la probabilidad de dispersión es mucho mayor. Tiene sentido que tras un impulso inicial para contribuir y alinearse, la motivación pierda fuerza y sea más complicado para los organizadores garantizar ciertos niveles de compromiso. A esta pérdida de control se le une el hecho de que nos hemos vuelto más exigentes: cualquier implicación que requiera más de unos pocos clics se entiende como un estorbo.
  • Por otra parte, todavía no es posible evaluar el impacto real que ha tenido un contenido. De la misma forma que no podemos contemplar en nuestros informes de gestión de perfiles activos hasta qué punto hemos influido en la decisión de compra de un usuario, tampoco podemos medir cómo afectan estas nuevas formas de participación en el comportamiento político.

Estos días circula por la red esta imagen:


Más que preguntarnos si todo el que está de acuerdo con el texto lo compartirá en sus cuentas activas, cabría reflexionar que:

  1. Quizás haya quien lo lea, no lo distribuya pero lo cumpla.
  2. Probablemente muchos de los que lo divulguen no respetarán íntegramente lo que solicitan esas líneas. No comprar un videojuego, no ir al cine, o no descargar una canción parece "pedir demasiado".

Actualmente no podemos acceder a esta información, así que podemos asegurar que se está ganando eficiencia, pero va a seguir costando comprobar la efectividad de las iniciativas a través de estos medios. Una vez más, toca esperar.

¿Habéis utilizado soportes digitales para participar políticamente? ¿Habéis incluido el reloj de arena en vuestros avatares para mostrar vuestro apoyo a Wikileaks?

 

Imagen | denegro