El pasado 9 de abril nos íbamos a dormir con la noticia: Facebook había comprado Instagram.
Sin entrar en números (de momento) mucha gente (que conozco) se llevó las manos a la cabeza temiéndose que Instagram pudiese perder toda su independencia y que sólo iría a peor. Bueno, por el momento, en la operación sigue todo el equipo de Instagram y sus fundadores, así que démosles el beneficio de la duda y pensemos que, con mayores recursos, podrán mejorar su producto.
Lo realmente que sacudió a todo el mundo fue el precio pagado: ¡¡¡1.000.000.000 USD!! (sí, son nueve ceros) para una empresa que no sólo es que no tenga beneficios sino que ni siquiera tiene ingresos. Entonces, ¿en qué se basa su compra? En tres argumentos:
Como siempre es bueno repasar la historia, fijémonos en las últimas adquisiciones de los últimos diez años (antigüedad de izq a dcha).
Si nos basamos en que la adquisición de Instagram responde a su volumen de usuarios, comprobamos que Zuckerberg sacó un muy buen precio por cada usuario de Instagram (28$ per user) donde la media es de 126$ por usuario (excluyendo la operación de Broadcast.com).
Si nos fijamos en el precio por empleado:
Cada empleado de Instagram ha sido adquirido por cerca de 77 millones de USD (aunque los fundadores se llevarían al bolsillo 500 millones de USD). El siguiente con un precio por empleado más alto es la operación de Youtube con 24 millones de USD para sus 67 (en 2006). La media se encuentra en 3 millones de USD por empleado. Este gráfico podría dar luces rojas sobre una posible burbuja, pero más bien refleja la sorrprendente escalabilidad de este tipo de negocios.
Con mucha diferencia observamos a Instagram en este ratio de eficiencia donde por cada empleado Instagram cuenta con más de dos millones de usuarios. Lo más importante en este mercado de las apps es que se paga por la eficiencia, la habilidad en escalar de manera exponencial con los mismos recursos. Hacer más con menos.
La compra de Instagram obedece a la necesidad de Facebook de afrontar los retos en Mobile. La innovación en software mobile impulsará valor real a la industria en los próximos años, toda compañía que quiera sobrevivir deberá adaptarse a las nuevas tendencias.
Pensemos un minuto qué hace Instagram: tomas una foto, la editas y la posteas desde cualquier lugar a casi cualquier plataforma, donde tus amigos podrán verlo al instante… ¿eso vale mil millones?
¿Cómo puede explicarse en el mundo tecnológico, y en Facebook en particular, que una start up con “0” ingresos y una ausencia absoluta de Plan de Negocio, se valore en mil millones de USD? Bueno, si Facebook se valora a sí misma en 100 mil millones, facturando 3 mil millones (33x sobre ventas), ¿por qué no? Según el vicepresidente de Gartner, el indicador más revelador de una burbuja es la valoración de mil millones.
Estamos en un momento el que las startups de Silicon Valley (muy diferentes a Europa, y en especial a España) están encontrando fondos de capital riesgo en semanas en lugar de meses, y por idea o prototipo en lugar de por producto terminado. Puede ser que el problema sea la categorización de Internet y productos mobile como negocios. Si los catalogásemos como programas de TV en su lugar, donde el éxito esta en los ratings y no en los beneficios, ¡bienvenidos a Valleywood!
Facebook bien podría haber desarrollado su propio Instagram, pero si tienes mucha caja disponible, ¿para qué innovar, para qué pelearte con un posible competidor? Mucho mejor eliminar competencia adquiriéndola, y antes de que lo haga Google.
Apple no se convirtió en una de las empresas más grandes del mundo (por capitalización bursátil) por vender millones de Macs sino desarrollando nuevos productos (iPod, iPhone, iPad, etc) internamente desde la innovación.
Termino ya, con el mensaje de los fundadores de Instagram tras aceptar la oferta de Facebook. Seguro que no volverán a estar preocupados en la vida...