Para presentar una
campaña a un cliente, no hacen falta grandes parafernalias, ni
powerpoints infinitos. Basta con
saber contar una historia. Historias…
Nuevamente me remito a ellas. No me cansaré de decir que somos una civilización que se ha desarrollado en torno al fuego contando historias. Nos gusta contar historias, nos gusta que nos cuenten
historias.
Una vez oí decir a
José María Lapeña, uno de los grandes publicitarios de este país, que a la hora de hacer una presentación a un cliente, lo que cuenta es la idea, la historia… Y que las ideas son como los chistes, si tienes que explicarlos demasiado, es que no son buenos.
En los años 50, Kodak Eastman inventa la rueda de diapositivas para el proyector. Lo que hoy en día conocemos como el carrusel de diapositivas.
La serie
Mad Men es ficción, pero está basada en muchos hechos reales de la época. Me gustaría pensar que fue así como se le vendió el nombre del
producto y la campaña a los señores de Kodak: Utilizando fotos de fragmentos de la propia vida del creativo que hizo la presentación. Cada vez que veo esta escena me apasiona más aún este oficio:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vlDxms2-nRM[/youtube]
Si no os emociona, ¿de qué estáis hechos, joder?