Llega la Navidad y como cada año, desde Elogia preparamos una felicitación, una “campaña específica” para desear unas Felices Fiestas a clientes, colaboradores, familiares y amigos. Es la Campaña de Navidad.
Habitualmente, como es normal, el encargo de la campaña cae en manos del equipo creativo y lo primero con lo que se encuentran es con un “¿QUÉ HACEMOS?”. El reto y las premisas siempre son las mismas: Felicitar la Navidad y el próximo año de una manera internacional, original y creativa. ¿Sabemos que nos ha caído un marrón? Pues… SÍ, pero es de esas veces al año en las que todo el equipo hace piña y resulta muy divertido. Por una vez, los clientes somos nosotros.
Como también es habitual, empezamos con una primera reunión para dar el pistoletazo de salida… y poco más. De momento nadie sabe qué hacer, nadie ha pensado nada y la reunión acaba con una frase: “OK, nos juntamos mañana otra vez y vamos pensando por nuestra cuenta. Lo ponemos en común y vemos”. Todos estamos de acuerdo. Al día siguiente a la hora convenida, nadie mueve el culo de su silla. Alguno se levantará y dirá: “¿Pero no tenemos que reunirnos para la Campaña de Navidad?” Otro contestará: “Yo ahora no puedo, tengo que acabar esto”, otro dirá: “A mi ahora me va mal, voy a tope de faena”.
Las segundas reuniones nunca existen. Son sólo una frase, la misma con la que acaba la primera reunión: “OK, nos juntamos mañana otra vez y vamos pensando por nuestra cuenta. Lo ponemos en común y vemos”. Las siguientes ya son otra cosa: La gente ha ido pensando y concretamente este año, ha sido muy proactivo. Salieron muchas ideas pero (el típico PERO) no nos acababan de convencer del todo.
Se nos pasó por la cabeza adoptar un pavo, o que todos los que saben tocar algún instrumento versionaran un villancico, o desencadenar una guerra de tartas… pero, otra vez “Pero”... a todas les fallaba algo: o eran inviables, o caras o demasiado descalabradas. En algún momento saltó una chispa: ¿Por qué no entrevistamos a la gente preguntándoles que harían ellos para la Campaña de Navidad?
Ya teníamos rumbo. Sobre el mismo camino trazamos diferentes itinerarios: ¿Un concurso? ¿entrevistas por estereotipos? ¿por personas?, y ¿cómo acaba todo?... ¿cuál es el postre?
Teníamos los ingredientes (entrevistas, la música que había compuesto ex profeso Sergio Pérez, las ganas de reírnos un rato), pero no sabíamos cómo cocinarlos. Realmente no se tenía que cocinar nada. Teníamos los ingredientes para un cocktail: Navidad + entrevistas + música + humor. Otra vez se habló del tema hasta llegar a la combinación adecuada. Hicimos las entrevistas (amañadas, por supuesto) y las cortamos y pegamos para tener un vídeo que pudiera ser capaz de arrancar el esbozo de una sonrisa.
Y al final salieron dos vídeos. Uno que es la felicitación en sí, que diría que es un destilado y el “behind the scenes”, que creíamos que haría más gracia a nivel interno. Ha quedado mucho material guardado y ha sido gracias a la colaboración de todo el mundo: a los que se han sacudido la vergüenza para ponerse delante de una cámara operada por unos “iluminaos”, y a los que nos han apoyado con la idea desde el principio.